Código de Ética de los Trabajadores de Salud
Bien Común: Nuestras decisiones se dirigen a satisfacer necesidades e intereses de la sociedad, por encima de conveniencias particulares. Nuestros juicios y conducta no son influenciados por empeños que perjudican o benefician a personas o grupos en detrimento de la sociedad. El servicio público es una misión que adquiere legitimidad al satisfacer las demandas sociales y nunca cuando se persiguen beneficios individuales.
Integridad: Actuamos con honestidad y apego a la verdad. Fomentamos la credibilidad de la sociedad en las instituciones públicas y contribuimos a generar la cultura de confianza y apego a la verdad.
Honradez: Evitamos obtener provecho o ventaja personal de nuestro cargo público o para favorecer a terceros. No buscamos ni aceptamos compensación o prestación de cualquier persona u organización que comprometa nuestro desempeño público.
Imparcialidad: Actuamos sin conceder preferencias o privilegios indebidos a organización o persona alguna. Tomamos decisiones objetivas, sin prejuicios y sin permitir influencia de otras personas.
Respeto: Damos a las personas trato digno, cortés, cordial y tolerante. Reconocemos en todo momento sus derechos, libertades y cualidades.
Justicia: Nos conducimos con apego a las normas jurídicas inherentes a la función pública que desempeñamos, con la obligación de conocer, cumplir y hacer cumplir las disposiciones jurídicas que regulan el ejercicio de nuestra responsabilidad institucional.
Transparencia: Permitimos y garantizamos el acceso a la información gubernamental, en apego a las disposiciones normativas y los derechos de privacidad de los particulares señaladas en la Ley. Hacemos uso responsable y claro de los recursos públicos, con transparencia y sin discrecionalidad indebida en su aplicación.
Rendición de cuentas: Asumimos la responsabilidad de nuestro desempeño en observancia a procesos de evaluación de la misma. Realizamos nuestras funciones con eficacia y calidad. Desarrollamos procesos de mejora continua, con apertura, modernización y optimización de los recursos públicos.
Entorno Cultural y Ecológico: Evitamos afectar nuestro patrimonio cultural y ecosistema, asumimos una férrea voluntad de respeto, defensa y preservación de la cultura del medio ambiente en nuestro estado y país en cada una de nuestras decisiones y actos.
Liderazgo: Cumplir íntegramente este código de ética en el desempeño de nuestra función pública promueve valores y principios en la sociedad. Construimos confianza de los ciudadanos en sus instituciones, a través de nuestra actitud, actuación y buen desempeño.
Igualdad: Proporcionamos los servicios de nuestra responsabilidad a toda persona, sin importar su sexo, edad, raza, credo, religión, o preferencia política. No aceptamos influencia de circunstancias ajenas que propicien el incumplimiento de la responsabilidad.
Generosidad: Nos conducimos con actitud sensible y solidaria, de respeto y apoyo ante servidores públicos con quienes interactuamos, y en especial hacia las personas o grupos sociales con insuficiencias, todo para alcanzar su desarrollo integral como adultos, niños, personas con capacidades especiales, miembros de etnias y sobre todo quienes menos tienen.