México ha registrado en este siglo cambios sustanciales en su estructura y dinámica poblacional que lo han llevado a una transición demográfica y epidemiológica.

Estas transiciones permiten anticipar el impacto en los servicios que el sistema de salud tendrá, considerando la población más susceptible y/o de riesgo para desarrollar enfermedades crónico-degenerativas como el Cáncer Mamario.

La necesidad de dar respuesta efectiva a la transición epidemiológica, tomando en cuenta las determinantes de salud, precisa priorizar las acciones de promoción y prevención, en lugar de continuar con los procedimientos curativos.

Los casos detectados oportunamente tiene un pronóstico de sobrevida de alrededor del 90% en comparación con los que se diagnostican tardíamente donde hay menor respuesta al tratamiento representando un alto costo económico, social, emocional y familiar, por lo tanto es indispensable la integración de la población femenina a las acciones del autocuidado de su salud.

¿En dónde estamos?

El cáncer mamario es una patología asociada al envejecimiento y a estilos de vida poco saludables como el sobrepeso y el sedentarismo. Se presenta con mayor frecuencia en mujeres de 45 años y más.

Durante la última década, el número de defunciones por esta enfermedad ha aumentado con niveles más altos en los Municipios de Reynosa, Matamoros, Tampico, Madero y Cd. Victoria.

1. Desarrollar campañas de comunicación educativa para modificar los determinantes del cáncer de mama a través de la adopción de hábitos de vida saludable y la demanda de los servicios para la detección.
2. Establecer un modelo de detección, dirigido a las mujeres de mayor riesgo, basado en las mejores prácticas conocidas y que permita el incremento de la cobertura de manera eficiente, segura y eficaz.
3. Impulsar la formación y capacitación continua del personal necesario para la detección, diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama.
4. Promover la gestión adecuada de la infraestructura física, equipo y personal para la provisión de la detección y atención del cáncer de mama.
5. Fomentar el acceso, utilización y provisión del diagnóstico y tratamiento integral del cáncer de mama con calidad y oportunidad, así como la gratitud de la atención en mujeres sin seguridad social.
6. Unificar las acciones a través del consenso y la coordinación permanente con las instituciones del Sistema Nacional de Salud, y con las organizaciones médicas y de la sociedad civil.
7. Monitorear y evaluar de manera continua y sistemática las acciones de detección y atención para la mejora continua del programa.

Desde tu primera menstruación, revisa tus pechos. Hazlo entre el 7° y 10° día después de haber iniciado tu regla. Si ya no menstrúas, elige un día fijo para hacerlo.

Realiza lo siguiente:

• De pie, frente al espejo OBSERVA.
• Con los brazos abajo, si alguna de tus mamas está deformada, si hay cambio de color o si el pezón esta desviado o hundido.
• Colocar las manos en las caderas, presiona firmemente e inclínate un poco hacia adelante y busca alguno de los cambios mencionados.
• Observa cambios, pero ahora con los brazos extendidos hacia arriba.
• TOCA Y SIENTE si hay bolitas, endurecimientos o hundimientos, primero en una mama y luego en la otra.
• Utiliza la yema de los tres dedos medios de tu mano, haciendo presión al momento de explorarte. Puedes hacerlo con tu mano enjabonada mientras te bañas.
• De pie, con una mano detrás de la cabeza, explora toda la mama con movimientos circulares empezando por la axila hasta terminar el pezón.
• Efectúa todas las maniobras anteriores pero ahora acostada y con una almohada bajo tu espalda.
• Termina tu exploración apretando o comprimiendo la mama y observa si hay salida de líquido anormal por el pezón.

Clínicas de Mama

Centro oncológico